lunes, 8 de abril de 2013


El Juicio Final es el mural realizado al fresco por Miguel Ángel para decorar el ábside de la Capilla Sixtina (Ciudad del VaticanoRoma). Miguel Ángel empezó a pintarlo 25 años después de acabar de pintar labóveda de la capilla.
Desde la construcción de la Capilla Sixtina hasta 1536, la pared del altar donde ahora está el Juicio Final contenía otros murales de la serie de las historias de Moisés y de Jesús. Estaban la Asunción, la Natividad de Cristo y el Descubrimiento de Moisés.
Más arriba se encontraban los tres primeros Papas, donde estaba Simón Pedro. Miguel Ángel tuvo que sacrificar estos frescos de Perugino de la zona del altar para pintar su obra, lo que le valió numerosas críticas.
Tras la muerte de Clemente VII, su sucesor Pablo III le encargó que pintara la escena del Juicio Final.
El Juicio Final es un enorme conjunto pictórico al fresco de género religioso cuyo tema es el Juicio Final, extraído del Apocalipsis de San Juan. El fresco es de enormes dimensiones - 13.70 x 12.20 metros  e incluye casi cuatrocientas figuras de las que se han identificado aproximadamente unas 50.

·                    Cristo. Es el epicentro de la obra. Con un enérgico y aterrador movimiento separa a los justos de los pecadores. Es uno de los pocos Cristos que se han pintado con una expresión de enojo e ira.
·                    María. Junto a Cristo está María. Temerosa, se esconde junto a su hijo asustada por el movimiento violento que hace. Detrás de ellos hay un destello de luz así que reciben todo el enfoque además porque se encuentran en el centro.
Alrededor a ellos están varios santos, representados sin perspectiva alguna, rodeándolos por todas partes. Algunos parecen estar asustados por la acción que acaba de hacer Cristo, y otros están inquietos. Para reconocerlos, Miguel Ángel los pintó con sus característicos complementos o con los objetos con los que fueron mártires.
·                    San Pedro. Tiene en sus manos las llaves del Paraíso.
·                    San Pablo. Se le reconoce por su barba gris y su aspecto ceñudo.
·                    San Andrés. Sostiene una cruz en forma de "X", símbolo de su martirio.
·                    San Bartolomé. Tiene una piel en su mano ya que este mártir fue despellejado. Según la tradición, se dice que Miguel Ángel pintó su cara en la piel despellejada del mártir como signo de que él creía no merecer el Cielo, pues estaba atormentado.
·                    Santa Catalina. Usa la rueda de púas de su martirio para evitar el paso a los pecadores que intentan llegar al Cielo.
·                    San Sebastián. Tiene sostenidas las flechas de su martirio.
·                    San Lorenzo. Sostiene la parrilla de su martirio.
·                    San Blas. Sostiene los dos rastrillos de carda de su martirio.
·                    Debajo de este grupo central de Cristo, María y los Santos, se encuentra un grupo de ángeles con sus trompetas. Según el Apocalipsis, se supone que eran 7 trompetas, aunque aquí parece haber 8. Otros 2 ángeles sostienen el Libro de la Vida y el Libro de la Muerte, donde están los nombres de los salvos y los condenados respectivamente.
·                    Volviendo al grupo central, éstos a su vez están rodeados de una gran multitud donde se encuentra gente común. Muchos están en un ambiente de relativo pánico, no saben que hacer. Entre el tumulto, muchos están encontrando a sus familiares y amigos, y están realmente felices, algunos llegan a conmoverse, reflejado en sus lágrimas.


Baílica de San Pdero Extramuros



Imponente y monumental, San Pablo Extramuros es la iglesia mas grande de Roma despues de San Pedro. En esta iglesia se destaca el amplio espacio que la separa de los edificios circundantes.
Fue mandada contruir por el emperador Constantino en la segunda mitad del siglo IV, donde, según dice la tradición, se encuentran la tumba de San Pablo y fué martirizado. Situada en la romana vía ostense, a 11km de las murallas.

Desde sus inicios, esta iglesia ha sido la meta de peregrinos de todo el mundo.
En 1823 fue destruida casi completamente por un terrible incendio, provocado por el descuido de los vigilantes en la restauración del techo. Después, fué Leon XIII quien se encargó de la reconstrucción de la basísila. Durante la reconstrucción, se encontró un sepulcro sumamente antiguo (de antes del siglo IV) con esta inscripción: "A San Pablo, Apóstol y Mártir".
Los trabajos continuaron activamente bajo el pontificado de Pío IX que el 10 de diciembre de 1854 consagró la nueva Basílica.

La entrada a la basílica se hace como antiguamente. Se entra primero por un atrio de 70m de lado con 150 columnas. En el jardín destaca la estatua de un San Pablo severo, obra de José Obici. El apóstol tiene en una mano la espada, símbolo de su martirio, y en la otra mano el libro que subraya su actividad de mensajero de la Palabra de Dios.

Las puertas de la iglesia tienen un valor simbólico. El interior de la basílica de 80 columnas de mármol blanco y 5 naves hechas con baldosas de mármol blanco y verde. Asímismo, alterna numerosos frescos con retratos de los papas y otros motivos religiosos.
Destaca el Mosaico del Arco Triunfal, realizado en el siglo XIII por expertos venecianos llamados a Roma por el papa Honorio III. El mosaico actual es una copia fiel de la antigua imagen con algunos fragmentos salvados del incendio del año 1836.


Aquí cada año se clausura solemnemente (el 25 de enero, día de la conversión de san Pablo) la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. 


         Archibasílica de San Juan de Letrán



La Archibasílica del Salvador y de los santos Juan Bautista y Juan Evangelista, más conocida como Archibasílica de San Juan de Letrán es la catedral de la diócesis de Roma, donde se encuentra la sede episcopal del obispo de Roma (el papa). Está dedicada a Cristo Salvador, sin embargo es más conocida con el nombre de San Juan, por estar dedicada a los dos santos principales que llevan este nombre.
Junto al palacio anexo y algunos otros edificios cercanos, goza del estatus de extraterritorialidad dentro del Estado italiano, por lo que es propiedad de la Santa Sede.
En 1980 fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad en Europa por la Unesco, con el número de identificación 91-002.


El nombre oficial es Archibasilica Sanctissimi Salvatoris, es la más antigua y la de rango más alto entre las cuatro basílicas mayores o papales de Roma, y tiene el título honorífico de «Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput» (madre y cabeza de toda las iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra), por ser la sede episcopal del primado de todos los obispos, el papa. Fue consagrada por el papa San Silvestre en el año 324.
Como recordatorio, las otras tres basílicas mayores, todas caracterizadas por tener una Puerta Santa y un altar papal, son:
  • La Basílica de San Pedro del Vaticano
  • La Basílica de San Pablo Extramuros
  • La Basílica de Santa María la Mayor


La archibasílica nace en el siglo III en tierras de los Lateranos, noble familia romana caída en desgracia bajo Nerón, cuya propiedad pasó por tanto al dominio imperial. El palacio pasó a manos de Constantino I cuando se casó con su segunda mujer, Fausta, hermana de Majencio, y era conocido con el nombre de Domus Faustae. Por tanto, Constantino era su propietario cuando ganó la batalla del Puente Milvio (contra Majencio), en el 312.
La tradición cristiana indica que los terrenos y la residencia de los Lateranos fueron donados al obispo de Roma (la fecha de la donación no es segura pero debería ser durante el pontificado del papa Melquíades), en señal de gratitud del emperador a Cristo, que apareciéndosele durante el sueño, le había hecho vencer en la batalla del Puente Milvio.
El baptisterio de esta basílica es un edificio independiente de planta octogonal, y tiene la forma típica de los baptisterios de los primeros siglos, cuando el bautismo se hacía por inmersión. Por tanto, cuenta con una piscina en la cual el neófito se sumergía para salir por el lado opuesto.
Anexo a la archibasílica hay un claustro con jardines y arquerías, y un palacio (el Palacio de Letrán), propiedad del papa. Antiguamente, todo este complejo lateranense fue la sede del gobierno eclesiástico, hasta el tiempo en que la corte pontificia se mudó a Aviñón (Francia), periodo conocido como Cautiverio de Babilonia. Al regresar los papas a Roma, se establecieron en la colina vaticana, donde actualmente está la Santa Sede.
Cerca de esta basílica está el edificio que alberga la Escalera Santa, cuyos escalones, traídos de Tierra Santa, son según la tradición los mismos que subió Cristo en el palacio de Pilato. No se permite subirlos de pie. Los devotos los suben de rodillas.
La actual basílica es de estilo Barroco, fruto de una radical transformación de Francesco Borromini en el siglo XVII; de época anterior se conservan los magníficos mosaicos del ábside, el cimborrio gótico y el pavimento de estilo cosmatesco. En lo alto de la fachada se encuentran estatuas de Cristo, los dos Juanes (el Evangelista y el Bautista) y los Apóstoles. La facha

da fue reformada en el siglo XVIII, siguiendo el estilo de la de San Pedro, por el arquitecto Alessandro Galilei.
Ya en el interior, destacan las monumentales estatuas de los 12 Apóstoles de la nave central. Bajo el altar mayor está enterrado el papa Martín V, bajo cuyo pontificado se abrió por primera vez la Puerta Santa en esta basílica. El ara de este altar es una losa que, según la tradición, es la misma que usaban San Pedro y los primeros papas al celebrar la Misa. Sobre el altar hay un baldaquino con un relicario en el que se conservan las cabezas de San Pedro y San Pablo. En el fondo del ábside está la Cátedra, el trono episcopal del obispo de Roma, hecho de mármol y mosaicos.
El papa suele celebrar ciertas ceremonias litúrgicas en este lugar (por ejemplo, la Misa de la Cena del Jueves Santo, y la Misa de la fiesta del Corpus Christi; esta última tiene lugar en el atrio, a partir del cual parte la procesión eucarística).
El actual maestro de capilla es Monseñor Marco Frisina.
El canónigo de honor de San Juan de Letrán es el presidente de la República Francesa, según una tradición que se remonta al siglo XVII, cuando el jefe del Estado era un rey. Nicolas Sarkozy tomó posesión del cargo en una ceremonia el 20 de diciembre del 2007.
En el calendario católico, el día 9 de noviembre está conmemorado a esta basílica mayor.

lunes, 18 de marzo de 2013

El Vaticano por fuera... y por dentro!!!!


El 27 de noviembre visitamos el Vaticano, una ciudad-estado dentro de la ciudad de Roma, siendo así un estado independiente, que tiene por lengua oficial el latín. Es tan pequeño que solo la basílica de San Pedro es un 7% de su superficie; la basílica y la plaza de San Pedro ocupan un 20% del territorio, lo que lo convierte en el territorio independiente mas urbanizado del mundo.

La ciudad del Vaticano comenzó su existencia en 1929 tras la firma de los Pactos de Letrán celebrados entre la Santa Sede y el entonces Reino de Italia, que en 1870 había conquistado los Estados Pontificios.
La máxima autoridad del Vaticano y jefe de Estado del mismo es el sumo pontífice, por lo que puede considerarse la única teocracia de Europa. El papa delega las funciones de gobierno en el secretario de Estado.


la basílica de San Pedro se encuentra situada sobre el lugar de entierro de san Pedro, que fue uno de los doce apóstoles de Jesús, primer obispo de Roma y, por lo tanto, el primero de los pontífices.
La tradición y las evidencias históricas y científicas sostienen que la tumba de san Pedro está directamente debajo del altar mayor de la basílica, se allí que todos los posteriores papas estén enterrados allí.

Basílica de Santa María la Mayor


BASILICA SANTA MARIA LA MAYOR





El 26 de noviembre hicimos una visita a la basílica de Santa María la mayor, una de las cuatro Basílicas papales de Roma y la única que ha conservado la antigua estructura paleocristiana.
Una tradición muy antigua nos cuenta que fue la virgen  quien inspiró la construcción de la iglesia. Apareció en un sueño al patricio Juan y al Papa Liberio, pidiéndoles la construcción de la iglesia en su honor.
El campanario de estilo románico renacentista, que mide 75metros de altura, es el más alto de Roma, y  cuenta con cinco campanas. Una de ellas es conocida con el nombre de "la perdida" y todos los días a las nueve de la tarde llama a los fieles con un sonido inconfundible.
Entrando en el pórtico a mano derecha se halla la estatua de Felipe IV de España, benefactor de la basílica. En el centro se encuentra la gran puerta de bronce realizada por Ludovico Pogliaghi en el año 1949; en ella se distinguen  los episodios de la vida de la Virgen, los profetas, los evangelistas y las cuatro mujeres que en el Antiguo Testamento prefiguraron a la Virgen María. A la izquierda está la Puerta Santa, bendecida por Juan Pablo II, en el año 2001, cuya obra de construcción fue llevada a cabo por el escultor Luis Mattei.


Originariamente la parte de la Basílica que se localiza entre el techo y las columnas estaba perforada por grande ventanas, de las cuales se sigue conservando solamente la mitad; en el resto de ellas se han ido construyendo paredes, en donde se pueden admirar una serie de frescos que representan "Historias de la vida de María".
Pero lo que de verdad hace que Santa María la Mayor sea única son los estupendos  mosaicos del siglo V. Los mosaicos de la nave central resumen cuatro ciclos de la historia Sagrada cuyos personajes son Abrahán, Jacob, Moisés y Josué y en conjunto testimonian la promesa de una tierra que Dios hizo al pueblo judío y su ayuda para llegar a ella. La narración, que no sigue un orden cronológico, comienza en la pared de la izquierda.
El arco triunfal se compone de cuatro partes: en lo alto, de izquierda a derecha, la Anunciación, que representa a María vestida como una princesa romana, que lleva en la mano el huso con el cual teje un velo de púrpura para el templo donde se educaba. La historia continua con la anuncio a José, la adoración de los Reyes Magos, la matanza de los inocentes. En este recuadro hay que destacar la figura con el mantón azul  que da la espalda a las otras mujeres: es Santa Isabel que huye con San Juan entre sus brazos.
Destaca tambien la representación de la muerte de la Virgen, típica de la iconografía bizantina que se difundió también en Occidente después de las Cruzadas: La Virgen está tumbada en la cama y mientras los ángeles se preparan a quitar su cuerpo ante la mirada atónita de los apóstoles, Cristo toma en sus brazos su blanca "alma", que están esperando en el cielo.